Pavón, necesitado de su negro, visita la comisaría e intenta liberar a Marcos, mediante el soborno, pero es en vano: ha sido puesto a disposición del juez. Ernesto le quita a Elisa la ilusión de visitarlo: siendo menor y sin relación familiar, no se lo permitirán. Angustias es hospitalizada. Las esperanzas son pocas y el tratamiento costoso, pero Ernesto se hace cargo de todos los gastos. Elisa se lo agradece en nombre de la familia, y le pide que visite a Carlota. Florita escucha por la radio que un antiguo amor acaba de salir de la cárcel y que se encuentra en paradero desconocido, y sufre una gran impresión. Paloma, tras haber descubierto el engaño de Amador, deambula obnubilada por las calles, sin ir al trabajo. Finalmente se encierra en su nuevo piso, negándose a hablar con nadie, ni siquiera con Marcelino, que está muy preocupado por ella.