Tras su primer encuentro, Marcos y Elisa están de acuerdo en que no deben volver a verse... Pero aún así lo hacen. A espaldas de Paloma, Ildefonso visita a Amador y se compromete a ayudarle en agradecimiento a su colaboración para encontrar a Amparito. Ángel y Sole tienen un inesperado momento de intimidad, que provoca que el cura se aleje de ella, asustado. Ángel decide que deben mantener las distancias. Pelayo acaba por cumplir con su deber en la mesa electoral, pero consigue camelarse a todos sus compañeros y a los guardias presentes y consigue darse el gusto de introducir una papeleta en la que reza: ¡Viva la República!