Ernesto, aunque sabe que todo es una maniobra de Carlota, se ve obligado a despedir a Concha. Ildefonso decide abandonar a Amador a su suerte, tras el desprecio que éste muestra por Amparo, de quien dice que no es de su clase. Aún así, le proporciona los mejores abogados. Ernesto, gracias a lo que ha descubierto Marcos, chantajea a Isidro: si entorpece sus planes empresariales, denunciará la falsedad de la partida de defunción de Andrea, destrozando el matrimonio de Consuelo y Mario. Paloma e Ildefonso, impresionados por la triste historia de Amparo, deciden mantenerla en casa, pero doña Asun se presenta allí con el padre de la chica, y exige que se la entreguen. Florita vive su jubilación con amargura. Carlota, aprovechando la ausencia de Ernesto, propicia un encuentro a solas entre Marcos y Elisa.