Sole sigue a Marcos y descubre que no tiene trabajo y saca dinero de donar sangre. Marcos le pide perdón por haberle mentido, antes de desmayarse de debilidad. En El Asturiano se espera la llegada de los falangistas que van a agradecerle a Marcelino su acto heroico. Pelayo se ve obligado a mantener el tipo y aguantar la exaltación patriótica que implica el acto, pero al menos se inventa una estratagema para no tener que estrechar la mano de ninguno de ellos. Ernesto, medio bebido, confiesa a un Sito espefacto que lo que siente por Elisa es un amor intenso, apasionado. Elisa, cuya tensión aumenta, se bloquea una vez más y no puede cantar. Carlota le hace ver que Marcos está detrás de sus ataques de pánico y le anima a encontrarse con él. Paloma vuelve a casa tras perder el niño. El médico informa a Ildefonso de que no podrán tener más hijos. Paloma lo escucha todo.