El matrimonio de Mario y Andrea no es precisamente el colmo de la felicidad. Ella rechaza en la cama siempre que puede, mientras que Eulalia tiene a su nuera en el punto de mira, temerosa de que quiera robarle terreno en la administración de la casa. La situación entre Rodrigo y Consuelo no es mejor: a pesar de la insistente galantería de él, su amada no le corresponde en lo más mínimo. Para colmo, Rodrigo queda a cargo de su oficina durante un viaje urgente de su jefe, Venancio. Por su parte, Fabián está cada vez más alejado de su esposa, Loreto, profundizando en su relación con su amante, Paloma.