Han pasado dos meses y se celebra la boda de Rodrigo y Consuelo, anticipada ante la noticia del embarazo de ésta. Rodrigo está especialmente irritable y lleno de dudas: tarda en llegar a la iglesia y su familia vive la espera con tensión. Pero la boda termina celebrándose. Durante la ceremonia, Pura sufre un sobresalto al ver a un hombre que la observa y desaparece. Andrea se encuentra en la plaza con Antonio: recuerda el episodio de los planos y le pide que tenga cuidado. En el convite, tras la ceremonia nupcial, se hace pública la próxima boda de Pura e Isidro, que se celebrará en cuanto lleguen los documentos que atestigüen la viudedad de aquélla. En la noche de bodas, Rodrigo se comporta con brusquedad con Consuelo y la posee sin ninguna delicadeza.