Antonio sigue sin encontrar trabajo y cada día está más alicaído: no sale, no hace nada, sólo es capaz de pensar en Andrea y en su mal fario¿ Para colmo, aunque el padre José Enrique remueve Roma con Santiago para buscarle trabajo, nadie quiere contratarle.Rodrigo no está mejor: Venancio le hace luz de gas, poniendo a todo el mundo en su contra para forzar su renuncia. Sólo la aparición de su viejo amigo Estivill, de paso en Madrid para alistarse en la División Azul, consigue animarle un poco.Pablo, el chantajista, no deja de acosar a Mario, hasta el punto de que éste adelanta el regreso a Madrid. A los celos que Fabián siente por la amistad de Paloma con Antonio, se suman los nervios de Loreto, que teme un posible reencuentro de Andrea y Antonio.Fabián idea un plan genial para matar dos pájaros de un tiro: le ofrece a Antonio un puesto de trabajo en la cantera¿ En Soria, bien lejos de Andrea y de Paloma.