Mientras Andrea es cada vez más feliz en Extremadura junto a Mario, éste se tortura pensando en la carta que recibió: el hijo de Andrea y Antonio sigue vivo. Pablo, el oscuro personaje que le dio la inquietante noticia, no deja de acosarle exigiéndole una cita, sin duda para chantajearle.Antonio está sumido en una depresión desde que supo que Andrea se había vuelto a casar. A duras penas, Marcelino consigue  sacarle de casa y celebrar con él su regreso. Rodrigo hace de tripas corazón y pide disculpas a Venancio, quien de todas formas ya ha decidido quitárselo de encima...