Antonio se ratifica en su negativa a casarse: quiere que Andrea sea libre y rehaga su vida. La ceremonia se cancela y Antonio sufre las represalias de un indignado director. Andrea, destrozada, se encierra en su habitación, incapaz de comprender lo ocurrido.Mientras tanto, Fabián recibe otro anónimo: debe pagar una gran suma de dinero a cambio del silencio. Pero él tiene otros planes: aprovechando que las sospechas de Loreto apuntan a Ana, Fabián no duda en ofrecerse a despedirla, como demostración de que no hay nada entre ellos.