Sito y Elpidia comprenden, preocupados, que lo que le sucede a Miguel no es que sueñe, sino que recuerda. Pura intenta convencer a doña Loreto de que mantenga a Isidro como director, lo que origina la primera bronca de la pareja. Al bar le sale un comprador. Marcelino intenta disuadirlo, pero el tipo está decidido. Al final, es Pelayo quien se niega a traspasárselo al descubrir que el tipo planea cerrar el bar para abrir un garaje. Rafael consigue congraciarse con Sito, y se entera de que Rodrigo intentó matar a Consuelo. Empieza a sospechar que fue por celos. Andrea pide a Antonio que no haga ninguna locura, y le pide fe en su amor: muy pronto las cosas cambiarán para ellos.