Sito, deprimido tras lo ocurrido con Angel, comienza a robar y a frecuentar dudosas compañías. No se presenta a los exámenes y Consuelo le reprocha sus mentiras. Pero Sito se enfrenta a ella y le acusa de haberlo traicionado. Andrea, preocupada por el futuro: su exposición no marcha bien y ella misma duda de su capacidad como pintora. Una inesperada noticia le anima: finalmente ha vendido un cuadro. Pero luego sabemos que el cuadro ha sido comprado por Mario, que lo hace instalar en su despacho de la fábrica. Loreto, preocupada por el matrimonio de Andrea, previene a don José Enrique y éste va a visitar a Mario a la fábrica. Mario se rompe ante don José Enrique y le confiesa que Andrea le ha sido infiel y que nunca lo quiso.