Mario y Andrea se instalan en casa de los Robles. Mario deja las cosas claras ante una nerviosa Consuelo: deben comportarse con la mayor distancia. Rodrigo se pone violento con Venancio, que le dice que su padre ha muerto, y ha de ser sedado. Eduardo le aconseja que cambie de estrategia. Marcelino pide a Paloma que sea su avalista pero ésta está también con el agua al cuello. El abogado le anuncia que el plazo para conseguir el dinero expira en breve. Sito, con energías renovadas tras el consejo de Consuelo, sale con Angel y se lo pasa muy bien. Como colofón le besa y Angel huye despavorido. Elpidia, testigo involuntario de la falta de sintonía entre Andrea y Mario, previene a su hijo sobre la situación del matrimonio. Antonio, confuso, cree entender por qué Andrea le ha dejado y se presenta en casa Robles para reclamar a Mario lo que es suyo.