Junio del 44. Los aliados desembarcan en Normandía. Antonio, insensible a lo que sucede a su alrededor, se muestra desesperado ante la ausencia y el silencio de Andrea. Rodrigo no hace ningún progreso en la casa de reposo, y se protege de todo lo sucedido negándose a recordar la infidelidad de Consuelo y la muerte de su padre. Insiste en que está bien y que debe volver a trabajar. Javier descubre que el robo del Cristo en su finca de Extremadura fue obra de su mujer, pero no lo denuncia, se limita a hacer ver a Eulalia que Arturo la engaña. Antonio escribe una carta a Andrea, pero ella la quema sin siquiera leerla.