Sátur despierta de una borrachera y no recuerda nada de la noche anterior. La resaca se resume a anécdota cuando, tras llegar a casa, es acusado de un violento delito y todo apunta a que es culpable. Águila Roja investigará a su fiel amigo y tendrá que tomar una difícil decisión: entregarlo o no a la justicia. Mientras, el Comisario es el encargado de encontrar a la persona que está detrás de las publicaciones clandestinas que circulan por la villa si no quiere volver a ser relegado de su cargo. Si bien, antes tendrá que solucionar otro asunto, alguien le ha puesto precio a la cabeza de la Marquesa y corre peligro de muerte...