Telmo cree a Úrsula y le promete que demostrará su inocencia. Acude a buscar la ayuda de Felipe y se encuentra a Lucía ya vestida de novia... Telmo se va sin decirle nada. Agustina se siente culpable por la detención de Úrsula, porque sabe que es inocente. El hombre misterioso que se acercó a la chocolatería resulta ser un promotor que quiere que Tito pelee en un combate que está organizando... Y el púgil ¡gana!