La explosión conmociona a todo el barrio. Los periódicos confirman que se trata de un atentado anarquista. Liberto y Trini son los peores parados tras la explosión. La señora de Palacios está en observación, mientras que Liberto despierta desubicado en el hospital. Poco a poco se va recuperando, ya en casa, pero Rosina se da cuenta de que su marido sangra por el oído.