Íñigo rechaza a Nacho, su hijo, delante de todos los vecinos. Leonor huye de él: ha perdonado todas sus mentiras, pero que sea padre y esté casado es algo que no puede tolerar. El chocolatero intenta desenmascarar a Eva y sospecha que el Peña anda detrás de su llegada. Casilda sigue preocupada por su primo Jacinto, que cada vez está más triste.