Blanca evita a Samuel gracias a Carmen y confía en la promesa de su madre de protegerla de su marido. Pero Úrsula planea a sus espaldas dejarla a solas con Samuel.
Ramón le pide a Ribau ayuda para deshacer la huelga de los obreros. Pero el gran empresario se ríe y el Palacios le amenaza con contar que él está detrás del chivatazo a la policía. Mientras, la situación en la calle se tensa cada vez más.
Susana sospecha de La Deliciosa; es el único negocio respetado por los obreros en las revueltas.
A Zavala no se le escapa que Arturo todavía siente algo por Silvia, pero la llegada de Tamayo al brindis por su boda evita que pueda preguntarle. Es Felipe quien habla con su amigo y le anima a encarar la verdad: está todavía enamorado de ella.
Samuel aprovecha la oportunidad que le ha dejado Úrsula y se mete en la alcoba de Blanca.