Arturo no sabe cómo consolar a Elvira y pide ayuda a María Luisa. Olga se muestra débil delante de Blanca y Samuel, como la niña que nunca pudo ser. Todo el barrio intenta enterarse de la verdad que esconde la hija perdida de Úrsula, y la señora da explicaciones a su manera. Leonor acoge con alegría la reconciliación de su madre y Liberto. Belarmino pide a Antoñito que vaya él en su lugar al ayuntamiento con los diseños de los monumentos. El Palacios, de momento decide no contar nada de sus negocios a Lolita.