Elvira no aparece por ningún lado. Finalmente, Simón desconvoca la boda y se lanza a buscar a su prometida, pero Elvira se ha esfumado: ni siquiera se ha llevado su equipaje. Simón se enfrenta con Arturo, pero éste niega saber dónde puede parar su hija. Adela, la monja con la que Elvira coincidió en el convento, acompaña a Simón en esos duros momentos.