Rosina se niega tajantemente a aceptar a Casilda como criada, pero Leonor le pone entre la espada y la pared: o acepta a Casilda o no pueden vivir juntas. Susana convence a Rosina de que acepte las condiciones de su hija. Paciencia dice que la Virgen le exige hacer voto de pobreza. Ramón no quiere que su familia esté presente en la recepción a socios de trabajo, pero Trini se cuela. Ramón la descubre hablando con Durán.