Mauro descubre que la culpable de las irregularidades en los papeles del hospicio es Teresa y la encierra en el calabozo. Sor Brígida finalmente cede ante Mauro. Leonor fracasa en su intento de conseguir un editor. Cayetana concreta la iniciativa a favor de los soldados repatriados: montará, con el resto de señoras, un comedor social en La Deliciosa. Rosina se aprovecha de esta acción y usa una hucha para recoger dinero para su operación estética.