Los Palacios acuerdan no decirle nada a Lolita de lo irreversible a su enfermedad y mientras tanto Lolita está feliz porque el médico le ha dicho que en unos días podrá volver a casa. Natalia, frustrada y disgustada, parece conformarse con el distanciamiento de Antoñito, y Aurelio intenta animarla.
Susana y Rosina se preocupan por Bellita, pero no detectan ningún peligro cuando ven a un tipo misterioso. Anabel le planta cara a Susana, que tiene una idea para luchar contra tanta desvergüenza. En casa de los andaluces sigue el tira y afloja entre Jose y Bellita por el afán de la artista de dejarse ver en público.
En el restaurante Sabina teme que la carta de Roberto no sirva para exculpar a Miguel así que la matriarca decide darle un ultimátum a su marido. Cesáreo está muy extraño desde que recibió el telegrama del que no quiere hablar. Jacinto está molesto con que Indalecia se haya quedado en la ciudad y Servando sospecha de ella.
En el principal Genoveva cita a Aurelio, a ojos de Fabi