Liberto explota, considera que es injusto engañar a Felipe manteniéndole en la mentira que ha tejido Genoveva, y expresa ante Ramón y Rosina su voluntad de abrirle los ojos a su amigo.
Aparecen en el barrio varias mujeres interesándose por Antoñito, el joven y apuesto diputado. Lolita las espanta de malas maneras y Carmen se ve obligada a contener a la mantequera.
Alodia sufre al pensar que Jose y Bellita la van a dejar de lado cuando vayan a Argentina. Pero la realidad es que cuentan con la criada... Aunque el pavor de Alodia a los barcos complica mucho el viaje de la familia Domínguez.
Un ladrón entra en la mantequería dispuesto a atracar y llevarse todas las ganancias. Y no va a dejar que nada ni nadie se interponga en su labor.
Liberto visita a Felipe dispuesto a contarle la verdad. Genoveva escucha a escondidas y descubre feliz cómo su marido se niega a escuchar lo que Liberto quería contarle... Pero ahora las preocupaciones de la señora son otras: alguien le ha dejado unos re