Laura ha vuelto al barrio para testificar en el juicio contra Genoveva. Felipe no termina de confiar en ella, pero es la única opción que tienen. Genoveva tampoco se fía de la criada y teme que el juicio se vuelva en su contra, pero Velasco la tranquiliza: diga lo que diga no la va a comprometer.
Ildefonso rechaza a Camino y la muchacha no entiende el porqué, pero se alegra de no haber sido tomada por su marido, y así se lo cuenta en una carta a Maite. Camino también habla de la falta de apetito de Ildefonso con Anabel, que ya no sabe cómo aconsejar a su amiga.
Rosina y Susana quedan sorprendidas cuando ven el interés de Jacques por Casilda. Mientras, Servando aprovecha su falsa paternidad para obligar a las criadas a trabajar para él.
Felipe, tenso por el juicio, pierde los papeles ante la prensa y pone una vez más a la opinión pública en su contra.
Camino cotillea las cosas de su marido y desvela el contenido de la caja misteriosa: son cosas de la guerra, una foto de Ildefonso co