Genoveva, tras hacer el amor con Santiago, marca las distancias: su relación es sexual, sin amor. Ajeno a este encuentro, Felipe acompaña orgulloso a Genoveva en la comida de parejas, y a ninguno de los comensales les queda ninguna duda, los dos están hechos el uno para el otro. Los Domínguez por fin respiran tranquilos tras la detención de Carnacho... Aunque Bellita no logra quitarse a Margarita, la mujer del productor, de la cabeza. Mientras, Emilio no encuentra la forma de devolverle a Cinta las ganas de actuar porque sigue culpándose de casi haber terminado con la carrera de su madre. Por fin regresa Susana al barrio. Se fue para pensar su futuro con Armando... Y la sastra le pide que acepte el encargo del rey, aunque ello implique separarse. Úrsula cada vez da más muestras de locura: amenaza a Genoveva al confundirla con Cayetana y se mete a escondidas en casa de Felipe para robar las cartas de Telmo. Marcia es testigo de un extraño encuentro entre Santiago y Genoveva. Y comparte