El malestar de Lolita resulta ser solamente un simple empacho de pastelitos de coco. Los Palacios se tranquilizan, pero la mantequera quiere que sus suegros se queden a vivir en casa. Emilio y Cinta deciden luchar por su amor y se ponen en marcha para buscar un pretendiente para Angelines. Los Domínguez celebran que su situación económica va a cambiar con el dinero que reciben de Genoveva. Úrsula presiona a Marcia para que se marche, pero Felipe la defiende. Genoveva se despide de Lolita, pide perdón a Rosina y consigue hablar a solas con Marcia. Pide a la criada que cuide de Felipe.