Manuela comienza una nueva vida limpiando en Acacias 38 para pasar desapercibida y duerme con el resto de criadas en el altillo, mientras que envía a su madre a servir al norte. En su día a día, se cruza con Germán, el adinerado médico que la socorrió cuando casi se muere, que no puede evitar sentirse enamorado de ella. Sin embargo, él está casado con Cayetana, que además es una mujer manipuladora, altiva y fría.