Un extenso conjunto de afiladas montañas se refleja en las tranquilas aguas del pantano de Riaño. Aquí, por encima de los 1000 metros, entre bosques de hayas y robles rondan el lobo y el oso. Y también anda el hombre. Este paisaje de nueva belleza está plagado de fantásticos senderos. En este capítulo de 80 cm Juanjo Pardo recorre un par de senderos en esta zona. El primero en los valles de Burón, un pequeño pueblo situado en la cola del embalse, donde hay verdes praderas y magníficos bosques de haya y robles. Un buen lugar para el avistamiento del oso y el lobo. El Pico Gilbo es el más bello y llamativo de la zona. En Riaño dicen que se parece al Cervino, la mítica cumbre de los Alpes. El Gilbo apenas se levanta 600 metros desde el nivel de las aguas del pantano, pero las vistas desde la cumbre son espectaculares. Riaño, tiene lugares increíbles. Uno de ellos es el valle de Anciles