Han corrido ríos de tinta en los medios sobre las vacunas contra el covid-19 en desarrollo, y la rusa Sputnik V, como no podía ser de otro modo, ha sido objeto de una poderosa campaña de desinformación. Pero si hay quien puede hablar de ella con conocimiento de causa son los voluntarios que se la inocularon. El corresponsal de RT Nicolás Trinchero fue uno de ellos y ha querido compartir sus experiencias como participante en los ensayos de un fármaco que despierta tanto esperanzas como recelos.