¡En vez de la cálida arena de una playa, nieve, y en vez de una cancha, hielo! Los rusos viven casi seis meses al año rodeados de ambas cosas, pero eso no significa que se queden en casa, encogidos de frío bajo una mantita. En su nueva aventura Erick comprobará que es posible pasar un invierno de lo más activo pese a lo duro del clima. Nadar al aire libre en agua helada, deslizarse en kayak por pendientes nevadas o practicar el ciclismo extremo: aquí es posible todo eso… y un par de cosas más.