El ser humano lleva siglos persiguiendo la quimera de la vida eterna. Hoy día ya se está trabajando en verdaderos 'elixires de la juventud', como mantener a una persona congelada indefinidamente, retrasar el envejecimiento modificando el ADN o transferir la consciencia a otro cuerpo. Pero en caso de conseguir que estas tecnologías funcionen, ¿quién tendrá acceso a ellas? Y lo que es más importante: eso de la vida eterna, ¿es de veras una buena idea?