La 'fábrica de sueños' de Hollywood lleva mucho tiempo funcionando, de paso, como una fábrica de propaganda. ¿De qué? De lo que sea: todo depende de la coyuntura por la que atraviese el país. Hasta hubo un momento en que eran más prosoviéticos que los propios cineastas de la URSS. Cosas de la Segunda Guerra Mundial. ¿Y si hay que decir digo donde se dijo Diego con la llegada de la Guerra Fría? ¡No hay problema! Las contradicciones no asustan a la más poderosa cinematografía del mundo.