La Tierra es el planeta azul que nos emociona ver en las imágenes desde el espacio, pero aquí, en su superficie, el agua que le da su color es un recurso que la humanidad lleva siglos dilapidando, confiada en la inmensidad de sus reservas. El hombre es responsable de que el agua potable sea cada vez más escasa y que las poblaciones costeras sufran regularmente devastadoras inundaciones. Por exceso o por defecto, aquello a lo que debemos la vida puede acabar cobrándose la de muchos seres humanos.