Unos 3000 elefantes son exterminados cada año en África por cazadores furtivos. Sus crías, que todavía no pueden proporcionar marfil, son abandonadas a su suerte para que mueran en soledad. Una familia de Zimbabue ha decidido dedicar sus recursos y esfuerzos a crear un centro para rescatar a estos animales y reintegrarlos en la naturaleza salvaje después de un proceso de adaptación. Para ellos, los pequeños elefantes han pasado a ser un miembro más de la familia.