Si hay algo que caracteriza las acciones de los comandos de operaciones especiales es su precisión y rapidez. Pero para realizar debidamente sus misiones necesitan vehículos que sean tan precisos y rápidos como ellos. Ahí entran en juego las nuevas lanchas de asalto de la Marina de Rusia: su silencioso y veloz desplazamiento, su imponente frenada y su capacidad única para acoplarse a una nave nodriza en movimiento las convierten en la herramienta ideal para desconcertar y eliminar al enemigo.