¿Qué loco recorrería 2.500 kilómetros en una carrera de trineos tirados por perros y en condiciones climatológicas extremas? Hay unos cuantos. Acompañarlos es un viaje fascinante que enseña mucho sobre competencia, pero también sobre compañerismo, amor y respeto entre rivales, entre animales y humanos. Tratados como verdaderos atletas por muchos de sus dueños, los perros les devuelven el cariño y los cuidados que reciben con su esfuerzo máximo. ¿Quién ganará?