Un ambicioso proyecto de rascacielos que contaba con 45 plantas, un garaje de 10 niveles e incluso un helipuerto en el tejado, se detuvo cuando falleció repentinamente su inversor y más tarde, una grave crisis económica sacudió Venezuela. Las obras se interrumpieron y poco a poco se fue llenando de personas sin hogar que durante años estuvieron viviendo codo con codo en el rascacielos abandonado en Caracas sin permiso. Ahora ha llegado el momento de cambiar de vida.