Ser estudiante en Colombia representa una constante lucha para poder financiar los costos de una educación que tampoco ofrece garantías de una mejora en la calidad de vida. Ahora, los comités estudiantiles colombianos reclaman que el Gobierno cumpla los acuerdos pactados anteriormente y se han unido a la ola de protestas que inundan las principales ciudades del país, exigiendo respuestas y un trato digno por parte de las autoridades del Gobierno.