El 1 de Febrero de 2004, la localidad de San Juan de la Arena se despierta conmocionada por un terrible crimen: dos hermanos, Manuel e Isabel Álvarez, habían sido asesinados de forma brutal en su domicilio.    Pocos días después fue detenido un joven, que tenía una estrecha relación con las víctimas, y que acabó por confesar la autoría del doble crimen. El joven, entonces menor de edad, aun cumple condena en un centro de internamiento de Valencia.