En Septiembre de 2003, Rocío Pereira Arrojo, una joven ovetense de veintidós años, fue asesinada a muy pocos kilómetros de su casa, en Mallecina, Salas. El autor del crimen, Antonio Freitas Lemos, de 48 años, había mantenido una relación sentimental con la víctima, que la joven había roto meses antes. Antonio Freitas, que no había dejado de acosar a su ex pareja desde entonces, concertó una cita con ella en un lugar próximo al domicilio de Rocío. Una vez allí, apuñaló a la joven hasta causar