Todo inicio es involuntario, decía Fernando Pessoa. La Ópera, una de las grandes manifestaciones de la cultura europea, nació como tantas cosas de una gran idea falsa. ¿Cómo era la música en Grecia o en Roma? Sabemos cómo eran sus estatuas, incluso su pintura. En el siglo XVI había en la Italia del Renacimiento el convencimiento de que el pasado, bien mirado, era un espejo de un futuro mejor.  De aquí, de ese divino malentendido, nace una aventura que recorre nuestro espíritu. Monteverdi, con su Orfeo, es la clave del origen.