Desde Rusia con amor y otras banderías. La ópera rusa tuvo su época de máximo esplendor a partir de 1830 aproximadamente, a pesar de que ya en el siglo XVIII la emperatriz Catalina I dió la orden al teatro Bolshoi de San Petersburgo de que se representaran óperas, pero entonces la ópera que llegó a Rusia era inevitablemente italiana. Este espíritu de 1830 hizo que en Rusia se fueran abriendo conservatorios de música como los de San Petersburgo y Moscú, además de inaugurarse el Teatro Marinskii en la primera de ellas en 1860.