Be se ha ganado el respeto de Adriana. Después de luchar contra viento y marea y enfrentarse a su madre y a Toni sin ningún miedo, Adriana idea un plan maquiavélico para que la joven no tenga que pagar la demanda millonaria que su ex ha interpuesto contra ella. El plan es sencillo, la joven sólo tiene que hacerle beber una copa de champán con un potente somnífero. Una vez dormido, Dariusz hará el resto.Cuando Toni despierta no recuerda nada de lo ocurrido, pero no tardará en descubrir que las chicas le han tendido una trampa: si no retira la demanda verá su reputación por los suelos.