César tiene que decidir si ejecutar o no a Aníbal y Hugo mientras Almudena permanece secuestrada junto a Lola y otras mujeres bajo La Quebrada. Cuando el mayor de los Bravo se presenta ante Don Joaquín para anunciarle que ya ha cumplido su parte del trato, éste le comunica que aún debe hacer más sacrificios. Por su parte, Nieves ha pagado a un asesino para que acabe con Elena, mientras el nuevo teniente que llegó al pueblo para investigar la muerte de Lobo no está dispuesto a marcharse sin llevarse algunos culpables a Madrid.