Los habitantes de Tierra de Lobos están muy emocionados ante la noticia de que el tren va a pasar por su pueblo, ya que piensan que el ferrocarril va a traer prosperidad y riqueza para todos ellos.Lobo recibe al señor Sagasta, un acaudalado banquero que se va a encargar de decidir el trazado del tren y, para su sorpresa, descubre que el cacique se muestra reacio a aprobar el proyecto. Lobo no dudará en prometer a su hija Isabel con el anciano banquero, lo que supondrá un gran revés para la joven y la llevará a tomar una drástica decisión.