Elías, sintiéndose más cerca que nunca de su ansiada libertad, se dispone a seguir una pista que le han dado en la cárcel y que, parece, condenará definitivamente a su socio Heredia. Para ello cuenta con la ayuda de Eva quien decide confiar una vez más en él. Siguiendo este indicio, irá con la abogada a un desguace de coches para obtener información de un empleado del lugar.