Nina ayuda a Yliane, un haitiano a quien encontró en la calle adoptado por una pareja joven hace unos años después de un terremoto en Haití. Nina y el Dr. Smireni se emocionan con este niño que quiere regresar a casa y rechaza a sus padres adoptivos. En el hospital, Madeleine, una mujer octogenaria, dice que murió desde la desaparición de su hijo Nathan en un accidente de tráfico. Los miembros del servicio intentarán devolverle las ganas de vivir.