Natalia tiene por fin a Ángeles Martorell bajo su custodia. Sólo necesita arrancarle un nombre encerrado en su memoria, un nombre que pondría fin a toda la pesadilla en que se ha convertido la vida de la periodista. Gracias a Fernando, encuentra un medio por el que Ángeles romperá un silencio guardado durante años. Virginia pondrá todo de su parte para que ese medio no sea efectivo.La redacción de DTV está casi vacía. Martín, con la ayuda de Maite, Natalia e Isabel lleva una investigación paralela a la de la policía.