Natalia está cada vez más cerca del asesino y, con la ayuda de Virginia, cree haber descubierto la manera de atraparlo: el misterioso confidente tiene las imágenes del criminal entrando en el despacho de Mara, en las que encontrarán una pista que desvelará la identidad del asesino.Sin embargo, Natalia no consigue recuperar la confianza de su hija que, angustiada por la situación, huye de casa. Será en el último momento cuando Daniel acuda en su ayuda y arregle las cosas entre ella y su madre.